Prisas

Hace ya tiempo que tengo asumido que no voy despacio por la vida. Tengo un argumento clave para andar con prisa todo el día, y es la falta de tiempo. Me levanto y tengo tantas cosas que hacer que me es imposible estirar las horas, por eso lo hago todo corriendo. Y cuando llega uno de esos días en el que no aguanto el ritmo, me paro y pienso. ¿A dónde voy?

Supongo que iría al mismo sitio si hiciera las cosas más despacio. Además incluso las disfrutaría, o simplemente, algunas que no son para disfrutar, las haría con conocimiento de causa. Porque cuando acabo una jornada y hago balance de todo lo que ha dado de sí, hay cosas que no me vienen a la mente, tal vez, porque las hice tan rápido que apenas las recuerdo.

Imagino que muchos nos hacemos esta reflexión a menudo, porque este mundo en el que vivimos está regido por esos ritmos locos y frenéticos que nos llevan a todos a cien por hora.

Hoy no ha sido un día loco, no, hoy ha sido un día de disfrutar la playa, el sol y a mis hijos. Sin prisas, sin relojes, sin tiempos acotados, sin obligaciones cronometradas. Un día de los que le gustan a mi hija. Después de lo que me dijo ayer por la noche se lo merecía.

Hace un par de días le regalé un disco que recomiendo a los que sois padres. Es de “Siempre Así” y se titula “Para padres novatos”. A Elena le encantó y en sólo una mañana ya se sabía todas las canciones. Pues ayer por la noche, mientras montábamos juntas un puzzle y lo escuchábamos empezó a sonar una canción. Me cogió del brazo y me dijo: “Mamá, escucha”. Os voy a transcribir el estribillo: “No corras que es peor, no corras que es peor, lo que hagas con tiempo te saldrá mucho mejor. No corras que es peor, no corras que es peor, de qué sirven las prisas, es lo que digo yo”.

Ahora todos os estaréis imaginando mi cara. Pues sí, un poema. Por puro trámite le pregunté que por qué quería que yo escuchase aquéllo y me soltó: “Porque tú siempre andas con prisas y corriendo”. Poco más tengo que añadir.

Porque no es la primera persona que me manda echar el freno, tendré que seguir el consejo.