Lo primero que se ve es la luz, después ya llega el ruido. Detrás de la puerta de cuarterón, con la parte de arriba abierta, sus ojos miran, sus oídos escuchan, y su mente cuenta. 1, 2, 3, 4, 5, 6,… Está lejos.
Empiezan a caer gotas y a oler a tierra mojada. Inconfundible olor. Refrescará y para el próximo paseo en bici tendrá que ponerse una chaqueta. No importa. Ojalá pase pronto, todavía queda tarde y ya que se ha chafado la piscina. 1, 2, 3,… Estruendo. Se acerca. Las gotas caen con más intensidad. Sale a la huerta, para oír más claro el goteo. Sólo se oye el agua, amortigua el resto del ruido. Respira hondo, para captar mejor el olor de humedad. El verano ya está en la recta final y no podía acabarse sin su tormenta.
Luz y luego ruido. En este 2016 cambia la estampa. Ruido,… 1,2,3,4,5… y sigue contando. Tarde o temprano llegará la luz.